Estas son las peculiares expresiones de Valladolid y que solo entienden los vallisoletanos
Más allá de que para ellos todo está a "10 minutos andando", de que hablan de los pingüinos sin referirse al animal, sino a la concentración motera internacional que se celebra en la capital durante las primeras semanas del año, y de que están muy acostumbrados a pedir "una barra de riche (un tipo de pan)" en la panadería, cosa que en otras ciudades no, en su día a día utilizan determinadas expresiones que a los de fuera les suenan a chino.
"No me amueles", "a mayores", "la has mangado" o "no chanas" son algunas de ellas. La primera significa "no me fastidies", la segunda sustituye a la palabra "más" cuando esta supone un añadido, mangarla significa liarla y chanar quiere decir controlar: "no controlas".
En cuanto a las palabras más utilizadas por quienes han nacido y crecido en Valladolid, son cuatro las que más llaman la atención. Términos que, salvo alguna excepción puntual, solo se usan aquí. Estas son hijo/a o majo/a para referirse a alguien de manera directa, es decir, "ay maja lo que te tengo que contar" o "ay hijo, cómo eres"; fasero, una palabra vallisoletana la mires por donde la mires, ya que esta hace referencia a los trabajadores de la Fasa, la fábrica de Renault de Valladolid que tanto trabajo ha dado a una buena parte de los pucelanos; y pelele, un insulto al que ellos recurren de manera habitual y que significa tonto o bobo.
Además, en Valladolid una persona no molesta, sino que da la tabarra; tampoco se amarga o se atraganta, se añusga; y, en lugar de devolver, por ejemplo, una prenda de ropa, la descambia.
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