De un "me hace especial ilusión" a "todo ha salido bien" pasó cerca de una hora. La que va desde que Ángel Rufino de Haro, 'El Mariquelo', ha llegado a la Plaza de Anaya de Salamanca rodeado de folcloristas para subir a lo más alto de la Catedral Nueva hasta que ha bajado a pisar tierra firme. "Todo año para mí es especial, subir arriba me da mucho poderío, hacerlo me transmite una paz maravillosa, dar gracias a Dios en estos tiempos cala los corazones", ha explicado a los medios de comunicación.
Un año más, y ya van 36, el folcorista charro ha cumplido con la tradición, este 2022 sin paseo a caballo, ante cientos de salmantinos protegidos por su paraguas, la que le lleva a subir hasta la parte más elevada de la seo de Salamanca como acción de gracias, un acto que comenzó en 1755, como una forma de agradecer a Dios que el terremoto de Lisboa de ese año, que se sintió en la ciudad, no destruyera la Catedral ni causara víctimas mortales.
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