Las plazas son los lugares que forjan la vida de un país, especialmente en España,
donde la verdadera historia se construye en la calle como exige el
carácter mediterráneo. En ellas se condensan desde los estilos
arquitectónicos que han marcado cada época, hasta los monumentos y
esculturas más características de cada ciudad. Y, ¿por qué no
nombrarlos?, los cafés que daban cabida a las largas tertulias de la
bohemia y los intelectuales.
1. Plaza Mayor de Salamanca, Salamanca, Castilla y León
La Plaza Mayor de Salamanca es una muestra extraordinaria del barroco
y muchos historiadores la consideran la más armoniosa de España. Es del
s. XVIII y fue diseñada por Alberto de Churriguera. Destaca la belleza del conjunto porticado de los arcos de medio punto sobre los que se alzan edificios de tres pisos. En el lado norte, se encuentra el Ayuntamiento, y en el sur el Pabellón Real. Como curiosidad, podéis sentaros en la terraza del Café Novelty, que solía frecuentar el escritor Miguel de Unamuno.
Es especialmente recomendable visitarla por la noche cuando la
iluminación realza los muros otorgándole una atmósfera especial.
2. Plaza España, Sevilla, Andalucía
Esta joya de la arquitectura regionalista, el neorrenacimiento manierista andaluz, fue ideada por Aníbal González. Estamos hablando de la Plaza España, donde cada rincón es singular, quizás por su forma semicircular o por el hermoso canal que la bordea y que es atravesado por cuatro puentes. Emplazado en el parque de María Luisa,
en sus bancos aparecen representadas todas las provincias de España y
en sus muros, los bustos de las celebridades más destacadas del país.
Pasear por ella es una delicia por los contrastes que se forjan entre el
agua y la piedra, pero también por la espectacularidad de sus
construcciones.
3. Plaza Mayor de Trujillo, Cáceres, Extremadura
La sensación de estar en un lugar remoto donde no transcurre el tiempo. Esta es la impresión que causa adentrarse en la Plaza Mayor de Trujillo. En ella todos los elementos confabulan para crear un ambiente único. En primer lugar la majestuosa estatua ecuestre de Francisco Pizarro le otorga un toque impetuoso, pero detrás está la hermosa Iglesia de Santa María imperturbable a todas las miradas y fotografías. El conjunto se completa con la Iglesia de San Martín de Tours, el Palacio de la Conquista y la Casa de las Cadenas.
Por si fuera poco, en los alrededores encontrarás una oferta
gastronómica local exquisita con platos como el jabalí al chocolate.
4. Plaza Mayor de Madrid, Madrid
Monumental. Es la palabra que está en boca de todos
los que observan esta impresionante plaza de 129 metros de largo por 94
de ancho totalmente cerrada por edificios porticados de tres plantas
cuyos balcones asoman hacia su interior. El origen de la Plaza Mayor de Madrid se remonta al siglo XVII y además de su espectacularidad contiene rincones llenos de misticismo y misterio como la Casa de la Panadería, cuyas pinturas reflejan las figuras mitológicas relacionadas con Madrid, o el Arco de los cuchilleros, el más siniestro de los 9 accesos que posee la plaza, puesto que ese era el lugar de reunión de los menestrales de armas.
5. Plaza de la Catedral, Oviedo, Asturias
La Plaza de la Catedral es una apuesta por la
nostalgia, el romanticismo y el anhelo de vivir la historia. La catedral
es una rareza dentro del gótico puesto que solo tiene una torre, además
en su “Cámara Santa”, se hayan un sinfín de tesoros como “La Cruz de la Victoria”. Pero,
más allá de la visita a los monumentos, contemplar un atardecer en esta
plaza es una experiencia estética. Su localización permite que los
diferentes tonos de luces se mezclen con el conjunto que también incluye
el Palacio de Valdecarzana y Heredia y la escultura que representa a Ana Ozores, protagonista de la Regenta, un delicado homenaje al escritor Leopoldo Alas Clarín.
6. Plaza del Obradoiro, Santiago de Compostela, Galicia

7. Plaza Mayor de Almagro, Ciudad Real, Castilla la Mancha
Madera, cristal y piedra son los tres elementos que hacen de la Plaza Mayor de Almagro, un lugar extraordinario dentro de España. No es común encontrar las hermosas galerías acristaladas
que conforman el espacio, apoyadas sobre vigas de color almagre. Y por
si fuera poco, sostienen los edificios unas hermosas y austeras columnas
de estilo toscano. Ciertamente parece extraído de un cuento de los
hermanos Grimm y además también cuenta con un corral de comedia, uno de los pocos y típicos teatros del siglo XVI que aún se conservan.
8. Plaza Nueva, Bilbao, País Vasco

9. Plaza de Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza, Aragón

10. Plaza del Rey, Barcelona, Cataluña

11. Plaza de los Fueros, Tudela, Navarra

12. Plaza mayor de Pedraza, Segovia, Castilla y León
La Plaza Mayor de Pedraza es uno de esos lugares
remotos para los amantes de la soledad y del encanto que guardan esos
rincones que perseveran inalterables frente al paso del tiempo. De origen medieval,
sorprende la austeridad de las construcciones de madera, típicas de la
edificación castellana, y la sobriedad con la que emergen de la tierra.
Si lo visitas a principios de julio, tendrás la ocasión de vivir una
experiencia encantadora durante la que llaman la noche de las velas. Todo el pueblo queda iluminado únicamente por la tenue luz de las velas, dejando paso a una mágica belleza
13. Plaza de la Corredera, Córdoba, Andalucía
La Plaza de la Corredera te acoge con su espléndido patio rectangular de 113m
de longitud delimitado por un porticado que sostiene edificios de tres
niveles. Este tipo de construcción, más típica de castilla, resulta única en Andalucía.
Construida en el S.XVII sus funciones han ido variando a lo largo del
tiempo, primero como plaza de toros, después como lugar de congregación
para celebraciones religiosas, actualmente es uno de los lugares más
recurridos de Córdoba, por su belleza y alegres terrazas.
14. Plaza Alta, Badajoz, Extremadura
En este lugar se condensa una mezcla de estilos y de historia que te dejarán asombrado. Sus aires exóticos, con los arcos de estilo mudéjar en los que piedra y ladrillo se alternan continuamente, encandilan convirtiéndola en un lugar único. Se cree que la Plaza Alta se
erigió sobre las casas de la ciudad islámica adosada a la muralla de la
Alcazaba y fue en 1458 cuando se realizó la reforma que quedó
interrumpida por la Guerra de Sucesión. Y es precisamente el misterio de
lo inacabado y la alternancia de construcciones el enigma que te
atrapará tan pronto pongas un pie en la plaza.
15. Plaza mayor de Sigüenza, Guadalajara, Castilla la Mancha
En este hermoso enclave de Sigüenza, la Catedral y el Ayuntamiento
aparecen bellamente enlazados por una galería porticada que había sido
la vivienda de los canónigos. La Plaza Mayor de Sigüenza, que
data del siglo XV se realizó por orden del Cardenal Mendoza y
rápidamente pasó a ser el eje central de la ciudad. Actualmente su
belleza es un secreto a voces que espera pacientemente ser descubierto.
16. Plaza Mayor de Aínsa, Huesca, Aragón
Al llegar a Aínsa verás cómo el medievo cobra vida nuevamente. En la Plaza Mayor, datada
entre los siglos XII y XIII como si de un milagro se tratase, se
conserva perfectamente la iglesia que preside la plaza y a ambos lados
casas de época que llegan al suelo en forma de arco ojival o de medio
punto. Si te fijas bien, verás que todas son diferentes pero forman un
conjunto admirable en el que casi se puede palpar el ambiente de la edad
medida.
17. Plaza Mayor, Vic, Cataluña

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